martes, 30 de agosto de 2016

Sobre Transformación Digital y Emociones Humanas

De joven estuve apunto de responder a Penrose... sobre su tesis de "La nueva mente del emperador". A diferencia de lo que él defendía, yo estaba convencido de que la personalidad llegaría a digitalizarse, y gestionarse, generarse, desarrollarse en "artefactos" (dispositivos) digitales y/o computacionales de forma equivalente al ser humano. Sería una forma de conseguir la inmortalidad...

Hoy no lo creo, y no se me ocurriría apuntarme a un programa que he visto en algún medio para inmortalizarse en la Nube.

Ahora estoy convencido de que somos -los humanos- en base a las emociones que vivimos y sentimos en nuestro cerebro, en nuestro cuerpo. Con las hormonas que tenemos, la sangre, los neurotransmisores. Aunque hubiera un androide biológico, que no fuera de silicio inerte, que estuviera vivo...: sería diferente, aunque pensara y sintiera. Lo haría a su forma.

Y aunque pudiera generarse una aproximación, muy fina, muy acertada, de forma que casi simulara el tipo de personalidad humana. Y aunque fuera posible un nivel de digitalización de la personalidad muy avanzado que permitiera replicar de manera muy cercana el pensamiento y sentimiento de un ser humano, no querría ver mi personalidad proyectada en una aproximación de ese tipo.

Renunciaremos pues a ese tipo de inmortalidad, y espero que eso me permita vivir más intensamente, con nuestras limitaciones, también temporales.